“El robo del sable de San Martín le devolvió la mística al peronismo”

Publicado: 11 / 08 /2023


Agosto y una rplica del sable robado Foto Victoria Gesualdi
Agosto y una réplica del sable robado. /Foto: Victoria Gesualdi.

Está en muchas de las pinturas e ilustraciones que representan al Padre de la Patria. En el Cruce de los Andes, en todas las batallas emblemáticas: San Lorenzo, Maipú. Chacabuco. Luego cuentan que él se lo legó a Juan Manuel de Rosas, como prueba de aprecio. Por eso es uno de los mayores tesoros del Museo Histórico Nacional. Sin embargo, hay un hombre que recuerda con orgullo el breve período en que el sable corvo estuvo en sus manos, mientras él y sus compañeros soñaban con entregárselo a Juan Domingo Peron, como prueba de lealtad. 

Ese hombre que el 17 de agosto cumplirá 83 años es Osvaldo Agosto y será el orador principal del acto que se realizará el sábado en el Museo Histórico Nacional para recordar las seis décadas del robo del sable corvo de San Martín, que tuvo lugar en ese mismo lugar el 12 de agosto de 1963. 

El sable de San Martn custodiado por un granadero en el Museo Histrico Nacional Archivo
El sable de San Martín, custodiado por un granadero en el Museo Histórico Nacional. (Archivo)

Osvaldo Agosto fue publicista e integrante de la Juventud Peronista y formó parte del grupo que concibió y llevó a cabo el robo, pensado como un golpe de efecto para devolverle la “mística” al movimiento, alicaído tras la Revolución Libertadora y el exilio forzado de Juan Domingo Perón y el triunfo del radical Arturo Illia, con el peronismo proscripto.

En la víspera de un hecho del que fue ideólogo y a la vez protagonista, Agosto lo reconstruyó para Télam en un departamento plagado de recuerdos como su foto con Perón, con José Ignacio Rucci y una réplica del sable de menor tamaño que le regaló un amigo militar.

 

El publicista y los recortes periodsticos que relataban el robo Foto Victoria Gesualdi
El publicista y los recortes periodísticos que relataban el robo. /Foto: Victoria Gesualdi.

-¿Cómo surgió la idea de robar el sable?

-Yo soy publicista y estaba acostumbrado a pensar en esos términos. Me pareció que estábamos necesitando un “golpe de efecto” después de la Revolución Libertadora, había un “bajón anímico” importante. Con el robo logramos motivar a la gente. Tuvo mucha trascendencia en los medios de comunicación. Se movilizaron los servicios de inteligencia, la policía y las fuerzas armadas.

-¿Por qué precisamente el sable de San Martín?

-En realidad, habíamos pensado otras dos posibilidades para llamar la atención. Una era aterrizar en Malvinas, que también concretó otro grupo, años más tarde. Y la otra era robar en Francia las banderas que se habían llevado como trofeo del combate de la Vuelta de Obligado. Algo que también se gestionó y se logró durante una visita de Jacques Ciriac a la Argentina. Nuestra idea era robar el sable que San Martín le regaló a Rosas y llevárselo a Perón en Madrid, para establecer una línea entre los tres.

-¿Cuánta gente participó del robo?

-Fuimos cuatro militantes de la Juventud Peronista (Agosto, Arístides Bonaldi, Manuel Félix Gallardo y Luis Sansoulet) y un muchacho que actuó como chofer, del que nunca supe el nombre.

 

Agosto y una foto con Pern a quien visit en Madrid en 1969 Foto Victoria Gesualdi
Agosto y una foto con Perón, a quien visitó en Madrid en 1969. /Foto: Victoria Gesualdi.

-¿Cómo hicieron para apropiarse del sable que estaba en una vitrina del Museo Histórico Nacional?

-Ya habíamos hecho bastante inteligencia para saber dónde estaba. Entonces llegamos a la puerta del museo a la hora del cierre y le dijimos al guardia de seguridad que éramos estudiantes tucumanos y que estábamos por poco tiempo en Buenos Aires y queríamos ver el sale. Cuando nos dejó pasar, redujimos al guardia, rompimos la vitrina y nos llevamos el poncho. Después nos quedamos en el auto, esperando que llegase otro miembro del grupo, Aníbal Demarco, que era el encargado de esconder el sable. Pero hubo una desinteligencia de horarios y me quedé parado en una esquina esperando que apareciese, con el sable en el auto. Tuve que ir a un teléfono público a comunicarme con él. Había entendido mal el horario. Pero llegó y se llevó el sable a una estancia ubicada entre Maipú y Mar del Plata.

-¿El sable se quedó en la estancia todo el tiempo que estuvo desaparecido?

-Sí. Fue cerca de un mes. Lo que hacíamos en ese tiempo era llevar a militantes de la Juventud Peronista a la estancia encapuchados. Entonces podían tocar el sable y jurar lealtad a Perón. Eso generaba una mística tremenda. Es curioso. Ese sable fue de San Martín y de Rosas. Quisimos que fuese de Perón pero no se lo pudimos dar, pero hubo muchos jóvenes peronistas que lo tuvieron en sus manos.

Durante la dictadura Agosto estuvo exiliado en Francia y luego volvi a hacer jingles de campaa para Cafiero y Herminio Iglesias Foto Victoria Gesualdi
Durante la dictadura Agosto estuvo exiliado en Francia, y luego volvió a hacer jingles de campaña para Cafiero y Herminio Iglesias. /Foto: Victoria Gesualdi.

-Para explicar el sentido del robo también difundieron comunicados…

-Sí. Al primero lo dejamos sobre la vitrina donde estaba el sable. Pedíamos (lee de una copia del texto: “nulidad por decreto de los infamantes contratos petroleros suscriptos por el gobierno radical del doctor Frondizi; ruptura con el FMI; nulidad de los convenios leoninos con SEGBA; levantamiento de la proscripción que pesa sobre la mayoría del pueblo argentino”. Y luego aseguraba: “El sable del general San Martín quedará custodiado por la juventud argentina, representada por la Juventud Peronista”. Al segundo lo difundimos el día del aniversario de la muerte de San Martín, el 17 de agosto. Repetíamos los pedidos y agregábamos la vuelta de Perón.

Tráiler del documental El sable

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-¿Cómo fue la devolución?

-Empezaron a hacer detenciones. Al primero que detuvieron fue a Gallardo. Lo sorprendieron, camino a la planta transmisora de radio El Mundo, con el propósito de tomarla para difundir los comunicados. Después de Gallardo me detuvieron a mí. Me torturaron como 15 días pero yo siempre negué todo. El guardia no pudo reconocerme porque me había teñido el pelo y llegaron a hacerme un análisis de los cabellos para confirmar si me había puesto tintura. Pero había usado un champú que era como una gomina y nunca pudieron probar mi participación.

Entonces el ex capitán Adolfo César Philippeaux, que había sido dado de baja del Ejército por haber participado en el alzamiento del General Valle, de junio de 1956 aconsejó devolverlo. A mí no me preguntaron porque hubiese dicho que no, que siguiésemos aguantando. Igual nos sirvió para recuperar el entusiasmo porque el peronismo estaba dormido.

-El ejemplo cundió porque unos años más tarde el M19 colombiano robó el sable de Bolívar…

-Sí. Se llevaron la espada de la quinta de Bolívar en 1974, la llevaron a Cuba  y la devolvieron en 1991. El presidente actual de Colombia, Gustavo Petro, integró esa guerrilla, por eso, cuando asumió, lo primero que hizo fue pedir que la llevasen a la ceremonia.

Yo no lo hubiese devuelto asegura Agosto quien soaba con llevarle la espada a Pern Foto Victoria Gesualdi
“Yo no lo hubiese devuelto”, asegura Agosto, quien soñaba con llevarle la espada a Perón. /Foto: Victoria Gesualdi.

-¿Después de la celebridad que le dio el robo, volvió al trabajo en publicidad?

-Sí. Con la agencia donde trabajaba empezamos a hacer también publicidad en las revistas sindicales. También hacíamos los afiches de campaña y los de los paros. Y después, los jingles. El famoso cantito de la campaña a gobernador bonaerense de Herminio Iglesias lo hicimos nosotros y también el slogan: “Argentina te quiero, por eso voto a Cafiero” y el de “Ay, patria mía. Dame un presidente como Alan García”.

 

El sable corvo es un emblema de la emancipacin americana
El sable corvo es un emblema de la emancipación americana.

La historia del sable

La historia del robo dio origen al libro “El sable. Un thriller peronista” del historiador Rodolfo Piovera, y un documental del mismo nombre de Nahuel Machesich. También es uno de los episodios que recoge Alejandro Tarruella  en su libro “Historias secretas del peronismo”, donde también cuenta el 17 de octubre de 1945, la estrecha relación entre Perón y Getulio Vargas y el Operativo Cóndor liderado por Dardo Cabo que secuestró un avión y lo hizo aterrizar en Malvinas.

En su investigación Tarruella, que será uno de los oradores en el acto del Museo Histórico Nacional, aporta otros datos sobre la historia del robo del sable corvo.

“Ese sable fue comprado por el General San Martín en Londres y lo acompañó en todas sus batallas. A su muerte, pidió que se lo mandasen a Juan Manuel de Rosas y llegó al Museo Histórico Nacional cuando Adolfo Carranza, su fundador, se lo pidió  a Manuelita Rosas, quien se lo mandó desde Inglaterra”, recuerda el historiador para explicar la llegada del arma.

El autor describe la época en la que se produjo el robo como “un momento muy difícil para el peronismo” y apunta que por indicación de Perón, sus partidarios seguían “la estrategia del agua: ocupar los espacios que queden vacíos”.

En ese contexto, según Tarruella, el robo significó un escándalo, que le devolvió la mística al movimiento. “Para ellos tuvo grandes consecuencias. Osvaldo fue torturado cruelmente, incluso en Tribunales”. sintetiza. Y luego apunta una anécdota curiosa:
“Cuando fueron a detener a Agosto, su abuela había guardado en la casa una bomba de la Primera Guerra Mundial que se había traído de España, como recuerdo de aquellas épocas. Era un simple armazón de hierro que no tenía utilidad pero a los policías que se llevaron a Osvaldo les causó un gran susto”, apunta el historiador.

 

El libro que recupera la historia del robo
El libro que recupera la historia del robo.





Fuente: TELAM